Mi Montaña, Villa Trina

Monumento Naturalmente Universal

La Montaña nos eleva, siendo su ascensor constante la creatividad.

           Vivir en un pequeño pueblo nos puede llevar a pensar, en algún momento, que la vida es  así, pequeña también. Poco autoconocimiento puede limitar  la visión  de lo que en realidad somos: Almas ilimitadamente amplias y libres.

          Contemplando esta verdad, nos damos cuenta que no solo pertenecemos a Villa Trina, que esta pertenece a una provincia del Cibao y este a nuestra república y así nuestra visión  se expande ay vemos que también  somos Caribeños, Latinos, Centroamericanos y orgullosos de pertenecer al universo y  por ende al gran  planeta llamado Tierra, único, hasta ahora, habitado con una amplia variedad de especies vivientes.

          Comprendiendo que no  estamos separados, la realización es nuestra, aquí, en esta parte  elevada de una nación, nuestra nación. Trascendida la mirada, veo el firmamento y desde este punto de vista, traspaso los limites territoriales y junto al vuelo de aquella paloma, observo mi cielo, el olimpo tiene su función y en cada instante todo es distinto, evolutivo y único.

 El colibrí lo secretea la amapola

Un amanecer es testigo

Mirar desde la iglesia el gran valle del Cibao

El agua cristalina y constante

Refrescante e inspiradora

Allá en la falda de la Montaña

Escondida como virgen  expresión 

De nuestros niños y niñas

Demandando apertura, crecimiento y realización 

Como la rosa de mi Montaña

Como tu comprensión

           Veo la realidad tal y como es mi vida se amplia. A cambio de un pueblo pequeño y estrecho, vivo en un universo tan diverso como bello y rico. Dentro del cual tengo mi propio lugar y ritmo. El silencio me sorprende y como la brisa que acaricia los montes soy libre. LA creatividad nace en cada instante, sencillamente dentro de mi ser, así como naciera el hijo de nuestro divino y semejante creador, en la sencillez de un pequeño pueblo, que pudo ser Villa Trina.

Fuente: Carlos jose Martinez Paulino
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